viernes, 29 de marzo de 2013


Van

Van a donde no quiero que vayan. Les pido que se queden quietos y me esperen. Pero van a donde no quiero que vayan. Aunque les pida que.


Les estaba gritando cuando se dieron vuelta y en sus caras y en sus cuerpos un sólo conejo. Dijo que cazaría una mosca. Salió corriendo.
De repente temí que todo partiera. Porque siempre todo se va, se pierde: desde un poema hasta mí misma. Imploré que volviera.


Es que va a donde no quiero que vaya. Le pido a gritos que se quede quieto y me espere. Pero va a donde no quiero que vaya. Aunque le pida que.


Le estaba gritando cuando se volteó y miró. En su cara un reloj de cinco agujas. Comenzó a girar. Mis manos se crisparon y temí que el tiempo pasara. Porque cada vez que me alejo de yo-cuando-niña todo muere lentamente. Supliqué que se detuviera, que me dejara vivir.


Es que va a donde no quiero que vaya.


Las cinco agujas giran irremediablemente. Pero esta vez, en mi cintura dos brazos infinitos. Esta vez, calidez de piel tan conocida tan mía. Esta vez, tiempo imperceptible atrás del abrazo del siempre pensado, del siempre nombrado, del siempre aparecido. Qué momento de él no se espera.


Recién: cinco rostros hacen del eco un silencio.
Es que los brazos se fueron a donde no quería que fueran.
Y van. Aunque les pida que se queden quietos
                                                                      
                                                                         y me esperen. 


m n m 


Disturbio oblicuo


Se inyecta mi alma
en esa atrocidad infructuosa.
En ese azul que desgarra,
que corrompe de
todo borde de todo límite
de toda carne sangrante.


Resbalo por aquellos
seres sobrenaturales
que gritan mi nombre.


                         Mi nombre partido.
                         Mi nombre muerto en un desierto
                         de arena amarilla.
                         En el fondo de esta mitología. De esta mi llamada, quel Olimpo.
                        
                         Quel Olimpo.


Inundo,
ahogo,
asfixio,
tu cuello y
muerdo
el sexo de la muerte implacable.


De este pozo que se dice vida
y se dice amor
y se dice familia u amistad.


De esos significados
no más que significados.
Y ese significante,
o significado,
o locura interpretativa.


El lenguaje de mi llanto,
el lenguaje de una
risa desquiciada
con ojos de dragón 


                     –así, más verdes que morados– así, brotando
                     delapiel de tu madre en
                     aqueltecho de ciudad–.


En la lengua que me habla homogénea.
En todo amor,
éso es,
éso,
eso del amor, es todo tipo de amor.
Éso.


Es una limitación,
la prohibición más explícita.
El cuerpo de la represión más universal
y adquirida.


Y así todo,
de cualquier manera
y mientras tanto:
lo anhelo.


Ese amor que destruye  
mi prisión electrizada.
Ese amor que es todo suelo
y la base
y la llama (llama de voz).


Qué tormento: la soledad sin amor.
Sin amor.
Me declaro, imploro
y albergo esta soledad, junto al amor. 


m n m 


Perpetuación del plagio


Se está más sola –se está más solo– cuando la raíz yace quieta a mi lado. Si pienso en el túmulo de la noche del día, si pienso en la luna que esconde el sol atrás cuando nadie lo ve y puede gritar en paz. Y puede gritar en paz. En paz.

Si salpico con los ojos la manta de polvo que cubre la esfera de goma, en el fondo de la parte inferior y posterior al casco ese que no sé que es. Lo peor es que aunque no sepa qué es lo que es, no deja de ser. Y eso me perturba. Me extrae con sus trémulas formas de existencia y me estampa contra la verborragia de la saliva al salir de una boca, que besa o grita. Y sigue siendo. La estúpida cosa que no sé que es, sigue siendo.
A pesar de mí. Todo es a pesar de mí. El pesar que pesa en el fondo de mí. Todo destierro y toda luna es todo viento expulsado desde los pequeños orificios del piso. Del piso del fondo del pesar que pesa en mí.

Miro con impaciencia la hermosa forma de esa esfera de goma. Es tan bella que duele. Es tan loca que duele. Duele querer estar loca. Duele querer ser bella (yloca). Y así todo no puedo dejar de mirarla. Es una mezcla de rojo y azul, casi violeta casi púrpura casi lila. Es una mezcla de rojo y azul.

Siempre lo mismo ahí arriba en mi cabeza. Te estoy amando ahora. 


m n m 

jueves, 28 de marzo de 2013


Anatomía


Cerrar los ojos
al vacío, a la cavidad.
Abrir las manos,
al pasado, a lo dicho.


       Tender un automático rostro,
          quien recibe tu invisibilidad,
              y esperar el agua.


Saludar el asfalto
en señal de                
                          adiós.


m n m 


Opresión del aire
                                                           
1

El indicio de una circunstancia y la muerte de todos los versos escritos con mis dedos inservibles.
La sangre de una letra partida en plena contemplación literaria. En esa abstracta existencia de dos palabras juntas creando miles de nubes interrumpibles desde el centro de mi vida hacia adelante.

2

Sube por mi piel, la abre-la corrompe-la escupe.
Aquel suspiro inverso que introduce dentro mío el campo de fuerza de un símbolo que describe el movimiento de mi mano.  Describe, pauta, explaya mi displicencia infinita como ese tiempo de partir que nunca llega.

3

Sabiendo que no saldré del centro de mi vida-de mi vía. Consumiendo inútiles partidas cuando uno de mis pies avanza sobre el otro y comienza la disputa que es avance.
Oír un grito de mi muerte anunciando el beso la ventana el no.
Suplicar el surrealismo de una prosa. Suplicar. Supli. Supri. Suprimiendo mi súplica de alguna ignorancia devastadora. 

m n m 


Alcira, oh


Alcira, froto con el dedo la inerte superficie del suelo que vomita imágenes en mi oído


                                                                  Siento, aunque no siento
                                                                  tanto como quisiera
                                                                  o soy más de lo
                                                                 que me gusta-susta ser


Tomo tu nívea mano y la acerco a mi pecho y comprimo y desarmo y escalo el vacío el negro el rojo el líquido.
Afloro de una escisión de dimensiones –me sitúo no sé dónde, intentando salir pero no hay puertas–. Grito reviento desbordo el aire. Pero no es aire, acá hay como un humo a mi alrededor. Un humo que no me deja ser aunque le implore inútilmente que me suelte:


                                        yo sé que ser
                        parece cierto,


                                      pero nadie es nada.


Arrastro mis ojos, Alcira. Los arrastro por el abismo para sentirme parte de esa nube que me persigue sin fin, entre azules y violetas o negros saturados.



Acá no hay puertas, Alcira. No hay puertas acá abajo. 


m n m 

martes, 26 de marzo de 2013


Método


He de encerrarme en mí misma
para no |chupar|
    la sangre de las hormigas
    que me rodean en grupos. 

m n m





'El cine de mi barrio ya me mostró la escena
no vi tu alma y quería tus venas.
Y en este torbellino donde nada importa
me sentí solo y te perdí,
pero sí vi tus ojos y hasta comí la arena,
quise quedarme pero me fui'



Amor es toxicidad


es todo tan violento. el verde de aquella mano saliendo de mi pecho.
del lado izquierdo y bien abajo.
es todo tan violento. tus ojos son violentos. el verdemarrón.


Soy otra vez la idiota que escribe un poema de amor. Lo evito lo esquivo corro giro. Y ahí está. Las palabras salen solas escupidas por mis dedos. Y la mano verde del amor.
Odio el amor. Lo detesto: su cara lisa obligando que lo mire y lo llore. Nunca lloro de amor pero hoy lloro de amor. Hoy lloro de.


Hoja se dobla a la mitad y sacude un péndulo gigante en centro de mi ojo. Líquido negro saliendo sin escrúpulos. El amor puede ser negro a veces.


entonces pienso que pensar es lo único.
pero tibia imagen llega se parte se derrite y quema los pies. pensar me trae imágenes de.
un gato que no sabe hablar.
¿un gato que no sabe hablar?


Recuerdo la voz gritando desde el centro de mi espíritu que rasga por salir. Y entonces vos dirías por qué salgo de mí y te grito.
Y yo te diría que el amor hoy es negro porque tus ojos ver(dema)rrón duermen en sus ver(demi)el.


Te diría que te odio que saques tu mano de mi pecho porque me sangra y todo es tan violento. 


m n m 


La universalidad de querer (te)


Quiero escribirte y que me escribas.
quiero ser el seno de tus manos dibujando infinidades.
Quiero  soplarte los ojos y viajar al centro de tu potencia máxima.
                                                            

                                                                anidar las pupilas


Quiero alumbrar la libertad de amarnos
en un presente eterno.
quiero tener el compromiso de no cumplir obligaciones
y la responsabilidad |única| de responder 
A la piel y la esencia de nuestra anarquía suprema.


Quiero verte flotando sobre mi cabeza
y tocar tu alma alada en esta existencia inútil,
   en este dolor sin lugares ni resguardos.
Y besarla suavemente y liberarla de todo


                                                                 de todos


Quiero volarnos en el placer de |no exigirnos
ni pretendernos|.
quiero conocerte siempre de nuevo
y practicar mil personalidades extremas.
Quiero saborear la locura del amor sin límites ni juramentos.



m n m 

lunes, 25 de marzo de 2013


Lo extraño de llevar tu sangre


Este es el momento en que mi alma cae en forma ovalada, cristalina y endeble. Líquida.
Este es el momento en el que suelto a mi pequeña hija (feto –o pedazo de carne viva–, incubada en mi útero durante nueve meses y expulsada entre amor e incertidumbre).
Este es el momento en que pierdo eternamente lo que algún día fui.

Cuando una tiene columnas en sus huesos. Aquellos trozos acomodados estructuralmente, en líneas firmes y prolijas. Color maíz o crema.
Cuando las columnas estallan luego flotan luego sangran.
Cuando la sangre llora hacia el centro de mi cuerpo y se disipa paulatinamente a través de mis poros.


Todo este todo es una repetición que nos-me (nosme) totaliza al punto de la locura. Me totalizo en tu locura y la locura de perderte
                                                              ‘aunque sea a-estético | a-lingüístico’


Fuimos coloquio y voz.
Ahora llueve desde la ventana para adentro,
y toda la habitación (la habitación toda) gira y se repite.
Yo repito.


Quiero derramar a gotas el agua que alimenta mis células,
y quiero dibujar la miel de tus ojos en mi historia otra vez:
hermana de lo dolido y lo luchado.


Los bosques se mueven y nunca seremos tan otras como ahora. Te expulsé de mi vientre entre amor e incertidumbre.




 m n m

sábado, 23 de marzo de 2013


Descentralización 


Me tengo en frente. Completamente igual. Dos ojos. Una nariz. Una boca. Me tengo en frente


Esa sensación subterránea de encontrarme,
de verme y saber que soy,
que tengo un cuerpo (que es mío),
que fui un feto y que hoy la enormidad me habita.


Se parece a ver un fantasma:
          ‘el espectro esperaba dentro mío para salir y beber la sangre’.
Contemplé el alrededor de las aureolas en mis ojos,
olí la miel de una piel tan joven (blancatiesa),
y supe, sin debates, que se puede crecer y decrecer.


              uno puede mirarse
puede pensarse
             puede soñarse y dolerse.
pero uno no puede (nunca puede)
              existirse.


 m n m 

jueves, 21 de marzo de 2013


Imagen


sentir la incoherencia de todos mis yo.


                                                interceptar, aún a oscuras, ese espejo que sube lentamente dentro mío. desde el centro más profundo de mi piel


                                                                                                   hasta salpicarse por los ojos y morir con el impacto del aire.




m n m 

miércoles, 20 de marzo de 2013



Guarda el hilo, nena, guarden bien tus manos esa libertad. Ya no poses nena, todo eso es en vano...


l a s












Soneto rompecabeza


¿Qué características debe cumplir?
Es un rayo de luz verde entre mis dedos: la arena se filtra;
es un verbo en modo condicional: y amaría tu figura;
es la lágrima que aún no derramé y me pica muy adentro (grita sacude anuncia);
no es observable, pero existe.

Quisiera ser:
g
rande,
a
bstracta,
r
ara,
r
eaccionaria,
a
zul.

Quisiera (garra) bailar en tu sombra.

Amanezco: me despierto,
saliendo de mí misma hacia afuera en un día nuevo –rosado frío–,
abriendo los ojos por primera vez en este 24 de marzo.
Aparece mi cuerpo levantado y en pijama,
 fuera de la cama, después de dormir por la noche:
estoy amaneciendo.

Quizás (peut-être),
pueda mover un dedo (aunque sustancia sólida) entre soplos.
Quizás,
pueda sacar una existencia de este principio paulatino.
Quizás,
alimente la rígida textura de la superficie de esa cosa superior e interior.
Quizás,
invente una nueva sabiduría entre lxs humanxs y sus masas.
Quizás ,
logre encontrar el paradero de aquellos cuerpos que lucharon.
Quizás,
nunca más.

Hombre que yace abajo de la mesa
y me mira con arrepentimiento.
Hombre, dame luz y fuerza. Hombre.
Hombre se quita su sombrero y me lo entrega:
surjo derribando atmósferas y polvo al moverme.
Me pongo el sombrero.


m n m




Soneto: definiciones


Real Academia Española 

soneto.
(Del it. sonetto, y este del lat. sonus, sonido).

1. m. Composición poética que consta de catorce versos endecasílabos distribuidos en dos cuartetos y dos tercetos. En cada uno de los cuartetos riman, por regla general, el primer verso con el cuarto y el segundo con el tercero, y en ambos deben ser unas mismas las consonancias. En los tercetos pueden ir estas ordenadas de distintas maneras.


Wikipedia

El soneto es una forma poética compuesta por 14 versos endecasílabos. Los versos se organizan en cuatro estrofas: dos cuartetos (estrofas de cuatro versos) y dos tercetos (estrofas de tres versos). Aunque la distribución del contenido del soneto no es estricta, puede decirse que el primer cuarteto presenta el tema del soneto, y que el segundo lo amplifica o lo desarrolla. El primer terceto reflexiona sobre la idea central, o expresa algún sentimiento vinculado con el tema de los cuartetos. El terceto final, el más emotivo, remata con una reflexión grave o con un sentimiento profundo, en ambos casos, desatados por los versos anteriores. De esta manera, el soneto clásico presenta una introducción, un desarrollo y una conclusión en el último terceto, que de algún modo da sentido al resto del poema.






Lo diario y los perjudicados


La única enseñanza de mi poema es que existo.
Me lo enseño a mí misma, porque aún dudo.
Leo que existo... tal vez. Peut-être.

Entonces quiero detenerme, pero este ritmo me succiona.
Salgo, trabajo, camino, me esfuerzo (ayer no dormí bien),
me concentro, tomo apuntes, vuelvo a caminar, estudio (hay mucho),
me acuesto y tengo insomnio.
Salgo-trabajo-camino.
Entonces quiero detenerme, pero este ritmo me succiona.

Y ya no puedo leer y mirar por la ventana,
y luego pintar y derramar una lágrima,
y mirar a mi gata ronroneando sobre mis piernas,
y besar tu boca siempre por primera vez.
Y ya no puedo sólo crear.

Modernidad: quiero humanidad.
La luz verde otra vez mientras mis dedos la escupen.
Hombre luz se hizo azul; y su sombrero.
No sé si alguien sabe: estoy siendo.

Aunque me cague de frío bajo el techo de chapa,
y mi panza ruga de vacío.



m n m  

viernes, 8 de marzo de 2013


Ofelia se llama



Ofelia saltó por la ventana. Le dije que no lo hiciera. Pero Ofelia, más verde y azul que nunca, o no sé, tal vez un poco anaranjada, saltó.
Satló, levantando sus brazos, abriendo su boca, tensando los puños. La ventana –me dice– a veces te mira muy seriamente, te mira como de pelo corto y de repente, suelta un grito rojo. Yo a veces quiero saltar pero esas cosas redondas y duras que, viste como es la pequeña de pollera blanca, me da, esas compactas, de color tierra. Me obliga a tragarlas. Me presiona con sus feroces manos. Me revuelve con sus dedos huesudos y de uñas largas. Me impacta contra la realidad despierta y negra o blanca de tragar una píldora de plástico. De un plástico que me succiona hacia adentro. Luego escucho "loca de mierda". 



Ese día Ofelia me miró como nunca antes. Me miró desde dimensiones lejanas, a través de sus dos vidrios circulares y desequilibrados.
Adherida al suelo, bajo su ventana, me dijo, me dije:

—Ofelia, hoy no la tomes. La ventana no habla sin la pastilla—.







m n m 

jueves, 7 de marzo de 2013


Oasis


Sí, vos. Vos, tus brazos. Puedo verlos. Escucho el tiempo naciendo de una gruta de palabras muertas; de tu vientre aflorando torpemente en medio de huecos y de huesos alcalinos.

Huesos que se nutren de duendes acribillados en centro del bosque y tu mirada última. Tu mirada de otra mirada para otros brazos. De rizos y largos y brillosos y contemporáneos. Y su rostro reemplazando mis caricias en una noche roja y definitiva, pariendo círculos lacerantes de colores. De figuras incrustadas-espiraladas en el fondo de un recuerdo neutro. En el fondo de una relación perdida. Al costado de una mano terminada. En frente de confesiones y eternidades y pasados y contactos incendiados en el fuego de los cuerpos.


me someto a la asfixia de la tapa de tu sombrero. me entierro para siempre en el cuero tieso y blanco de mi piel nauseabunda. por tu culpa. por tu desaparición en medio de. esta mierda que me arropa y me dice hasta mañana. y me besa por las noches. y me descubre partícipe del auto-engaño más profundo que una vida aguda puede consagrar. que una vida puede gritarse y consultarse a su fuero íntimo.

Quiero tocar mis costillas porque me hacías feliz. Quiero salpicar la pared blanca porque la noche hoy es doblemente noche. Quiero sepultar la avalancha de palabras que no se dicen si no existen. No existes. Dudo que exista. Yo. Yo, en medio de esta cosa redonda verde y azul. De mares y tierras y bosques. Y miedos y prisiones. Cárceles profundas embutidas en mi carne. Yo, en el centro de la magna del mundo sufriendo de existencias.


Y a vos te decía amor. Y a vos te hacía el amor. El amor no existe sino en la libertad más inaccesible. Una libertad que no penetra, que no respira a costa del infinito ataque del amor. Odio este amor que no me deja ser. Odio esta carne que se empecina con crecer y dilatar mi diámetro. Odio esta piel que no quiere pegarse a mis costillas. Odio esta presencia adentro mío que se llama como yo.

Verdes savias crocantes y mucosas. Figuras eternas y suplicantes-ojerosas en el cuerpo de la tierra, con mil estacas clavadas en la planta de los pies. Y los miro. Son los míos. El río y su caudal y la corriente violenta de ojos redondos incitando mi deglución. Y cajas y cajas y cajas. Cajas de silencio, bailarinas muertas de exilio suficiente, y diálogos sin palabras. Y juro que escribo. Juro que escribo. Lo juro. La tinta derrama mis venas en el papel tiñéndolo cuando de repente el cielo blanco es amarillo y brumoso; es subida y bajada de aves con su pico de filoso agujero, de mi suicidio anunciando su llegada.

Odio tu no-palabra. Tu no-humo. Tu viaje eterno de ruta airosa y suficiente. Aguardo con ansias el estallido del negro profundo incienso. Animales gordos sonrientes entre fuegos.

Suelto mi mano de gas vacilante entre mi boca y el aparato-el negro hierro que pesa toneladas. Suelto mi mano. Suelto mi mano.



m n m 

sábado, 2 de marzo de 2013


Cuando el mundo tira para abajo es mejor no estar atado a nada...




viernes, 1 de marzo de 2013


Círculo cromático

Durante:
se tensa alrededor
infalible a la acción
de flores lilas 
entre cosquillas,

pequeños destellos y rayos
en las estalactitas 
del tiempo.


  Todo es de color

  se repite arduamente.
  
  Toda tu voz ríe. Toda.
toda 
  ríe tu voz alrededor de tu boca.



   m n m 



~

Ese olor intensamente a noche
seráqueestoy sola.
Será que estoy sola 
y muerta



                           será que alguien
                       respira atrás de mí
                
             será que escucho
las uñas rasgando la pared



Será que la puerta 
se abre
y me deja más sola aún


                                    será que no sé ser
       será que ser me inquieta y me lastima

                       tanto como no ser 


Será que al fin
un ojo aparece entre los edificios
a lo lejos.
y se acerca.

Será de tanto errar
que estoy tirada e inmóvil.
será de tanto respirar 
que lo pulmones han huido.

Será que el ojo me habla,
yo lo sé y lo escucho.
Me habla.


                                 en su círculo vidrioso
                  una lívida imagen del recorrido.
                                      
                       se ve que ha viajado
                          por mucho tiempo.


Será que me lleva
y las uñas y la puerta
rugen de verdeazul.

Será que sabía que sería 
tan tibio el líquido

el cambio siempre 
escupe miedo.


Ésta habitación 
tiene algo.
Lo sé, porque ahora
respiro atrás de alguien.


                                    La mujer parece
                      aún más roja que amarilla.

                      Parece el líquido.
                      De la piel.




m n m