Alguna vez todos tuvimos la iniciativa de prender fuego. Alguna vez todos nos prendimos fuego: íntegramente. Nos consumimos desde afuera-hacia adentro-hacia afuera hablando sobre nuestras propias llamas: nos besábamos.
Alguna vez todos tuvimos la iniciativa de besarnos.
Chica con tapado negro, capucha negra, pelo. Negro. En el medio del campo verde súper verde:
escribo:
lo que no sé de las imágenes
Ya no puedo ser ésta
por haberme mostrado tanto
porque todos me conocen
y creen poder predecirme.
Ya no puedo ser ésta
tengo que
estar lejos de casa
de mi país
lejos
lejos.
Es loco pensar
que en algún lugar estoy yo,
naciendo.
Chica con tapado negro (caperucita negra) está en el medio de lo que parece un campo verde. Más verde de lo que vi en toda mi vida (¿qué va a pasar ahora con todos los verdes que percibí antes?). Va por el camino de tierra; se aleja y llega a un grupo de árboles. Todo esto está pasando en Brasil. Ese tipo de campos que parecen ciudades; hermoso, porque la imagen se ve borrosa, grabada con una cámara casera por dos chicos. Ahora aparece ella de cerca, después él, y se miran a través de un papel celofán. El papel transparente crea colores (los hace nacer de la transparencia: la no-nada). Miran cómo la luz se divide y los pinta de un arcoíris suave. Los convierte en cosas de otro mundo que ojalá fuera este mundo. Después termina el video y el chico muestra sus ojos negros a la cámara.
Me acuerdo de todo, como si todavía los estuviera viendo; me acuerdo de todo y no me lo quiero olvidar. Pienso que es una de mis películas favoritas, mientras mi imagen de la imagen de la chica negra y verde, se va para quedarse en no sé qué rincón oscuro de mi mente.
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