Hoy, en mi casa, apareció 1 serpiente de cristal.
No lo cuento por novedad,
lo cuento por miedo.
6 meses atrás, por mi ventana del 7mo piso,
entraron 3. Esta vez transparentes.
Me asusta,
me asusta el método
de esas criaturas silenciosas.
Siempre es el mismo:
nos miramos durante media hora, sin interrupciones,
y desaparecen.
Hasta hace un rato, estaba segura
de que no era un problema de mi percepción;
los focos de transmisión entre mi cuerpo y el mundo
funcionaban como de costumbre.
El resto de las cosas también:
los sistemas seguían aplastando al individuo,
y las formas de comunicación seguían transformandosé.
Todo estaba como siempre,
pero las serpientes seguían apareciendo.
Hace 3 horas que se fue la de hoy,
adentro de su cuerpecito de cristal
corría una luz LED verde agua.
Pasan los minutos y me doy cuenta
de que esta vez todo es distinto.
La sustancia de las cosas está empezando a mutar,
los faroles de la calle alumbran cuerpos computalizados,
las alfombras de los departamentos
se prenden como luces de neón,
SÍ,
es eso lo que quieren las serpientes:
◕ vienen a despertar los cuerpos audiovisuales ◕
para llevarnos a un mundo
sin capital.
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