miércoles, 8 de mayo de 2013

Sepelio porque eres libre


Cinco puntas y un banco verde; cielos enterrados en el fondo de mi piel, en un trozo de mi cuerpo que se pudre porque duele por las cosas. En sufrir lo terrenal, en llorar de materialidad.
No podemos ser, aunque nazcamos

no se puede desnudar el alma
como se desnuda el cuerpo

como se desdobla en la sal del cuerpo de aquel hombre, en el frenesí de la piel descalza. Como se viola a una niña de cuatro años.
Me robo la mirada a mí misma. Destruyo InfartosIncertadosIntangibles que afloran en la punta de mis pies, que ruegan por hablar como hojas cuando saltan de los árboles azules, que penetran el gas que a todos nos ahoga en esta atmósfera fermentada de costumbres y moralidades.

Y un presente que forma la paradoja de una vida siempre mejor en ayeres últimos; e impregnada de recuerdos que me olvidan dejándome huérfana. Tal vez, sea esa la condición para mi escritura, para mi mano que parte las palabras en este cuaderno añejado y color granate. Para estallar la pluma entre mis dedos, cegando mi ojo izquierdo. Anclando esta juventud a una vejez inmediata-sin escalas.
Flotan mis miembros sobre un lago de aire en esta habitación, que no existe cuando alguien la busca.

Se entierran mis venas fúnebres en una maseta de la ventana del departamento de mi abuela.

m n m 

No hay comentarios:

Publicar un comentario