domingo, 18 de noviembre de 2012

Diálogo


-Otra vez –me dice.
-Vuelve –le digo.
Aguardo. No.

Lentamente acerca su mano
y preparo el ayer.
Puede presentirse el contorno
de una figura expectante.
Triunfante.

Su fantasma retorna en pesares agudos,
me desvela e intuye la melodía última
en un día tan inmóvil.

Acá cerca, alrededor, todo parece dormir.
Cae sobre mí un manto estrellado
mientras el miedo crispa el líquido
que al viento solía mojar.

Nuevamente llueve y me mira.
Pareciera flotar,
pareciera limitar los cuerpos. 

-Tienes la pausa en tus manos –musita.
-Vuelve –le digo.
-Vuelve –me dice.

Supe alguna vez sepultar las aves muertas
y los minutos enterrar.
Supe cantar la voz muda.
Así todo, hoy, sólo miro.

-Piensa en el árbol. Él te espera –
-No lo siento llegar –lamenté.
-Cierra los ojos. Él te mira –



                                                                       m n m 

    


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