Descentralización
Me tengo en frente. Completamente igual. Dos ojos. Una
nariz. Una boca. Me tengo en frente
Esa sensación subterránea de encontrarme,
de verme y saber que soy,
que tengo un cuerpo (que es mío),
que fui un feto y que hoy la enormidad me habita.
Se parece a ver un fantasma:
‘el espectro esperaba dentro mío para
salir y beber la sangre’.
Contemplé el alrededor de las aureolas en mis ojos,
olí la miel de una piel tan joven (blancatiesa),
y supe, sin debates, que se puede crecer y decrecer.
uno
puede mirarse
puede pensarse
puede
soñarse y dolerse.
pero uno no puede (nunca puede)
existirse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario