Yo no sé tocar ningún
instrumento, todavía no terminé de ahorrar para el teclado y nunca me compré la
guitarra. Yo no sé (todavía) tocar ningún instrumento
pero tengo pensado los títulos para las primeras canciones que voy a componer. Todas
van a tener su paisaje de fondo. Van a ser
películas.
Recién, una hormiga se metió en
mi taza de café, cuando la encontré la saqué para que no muriera o para verla
morir. La hormiga se movía eléctricamente, se quebraba las vértebras de adentro
para afuera. Se movía. Se retorcía quién sabe por dolor o desesperación. No sé
si las hormigas tienen alguna forma de lo que los humanos nos
apropiamos (la consciencia) altaneramente. No sé si ella sabía que estaba muriéndose
pero no pude dejar de verla. Ya pasaron veinte minutos y se sigue quebrando. Una
de mis canciones va a llevar su nombre.
Cuánto tiempo tardaré yo entre el
momento exacto de mi muerte y el momento exacto en que tome conciencia de que
empiezo a morir.
***
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