martes, 2 de abril de 2013

Entre (a)brazos


Qué redondo es.
Puedo tocarlo con los dedos
al acercarme.
Es tan suave que cambia de color
sin mirarse.


Tan redondo es.


Se encoje hacia
el centro de sí mismo,
y desde ahí
se escucha ser.


Sin que dé la vuelta,
me retiene,
y todo dice al callar.


Es tan dulce siendo.


En su ventana
dibuja un poema,
lo mira,
lo saluda,
y lo piensa.
Lo duele.


Da la vuelta
y con su pecho
me rodea de todo el arte
que el silencio puede dar.


Me lleva hacia adentro.
No es fácil comprender
cuántos mundos pueden caber
entre dos cuerpos,
y dos almas.


Al salir, una siempre quiere volver.
Es tan dulce siendo, y doliendo.


m n m 

No hay comentarios:

Publicar un comentario